sábado, 29 de julio de 2017

UNA PINCELADA DE HISTORIA

No hay otra forma de entender el presente de Cuba que indagando un poco en su historia. Es por ese motivo que nos gustaría compartir un poco lo que hemos aprendido en museos, libros y guías, para que la lectora no se quede únicamente con las casas coloridas y los mojitos, sino que pueda comprender un poco más sobre aquello que configura hoy en día la realidad Cubana.

La invasión

Plaza de la Revolución (Santiago de Cuba

Primero hay una etapa importante marcada por la colonización española, un echo a lo que nosotros llamamos “descubrimiento de América” y en donde se saqueó al pueblo de todas sus riquezas, se impuso el cristianismo, se violaron mujeres y se esclavizaron indios. La época de las peleas entre españoles y americanos por decidir a quién pertenecía la isla y la época de las guerras de independencia, donde empiezan las primeras revueltas populares y de donde surgen personajes emblemáticos como José Martí y Antonio Maceo, que a día de hoy dan nombre a numerosas calles y plazas del país.


Luego aparece la otra etapa importante y de donde nacen una serie de sucesos que influyen en lo que es Cuba hoy en día. En ella hemos prestado mayor atención para entender cómo ha condicionado la historia hasta la actualidad:

Las primeras movilizaciones

Podríamos centrar el inicio en la dictadura de Baptista, que a pesar de que al principio motivó una serie de reformas sociales, después se vendió a los Americanos convirtiendo al país en pobreza y necesidad, sobretodo en la parte de Oriente del país. En esa época Fidel Castro ya empezaba a crear escuela, movilizando a los estudiantes de la Universidad de la Habana, donde él estudiaba derecho. De allí surgió un grupo revolucionario que buscaba estrategias para hacer frente al Gobierno, reunidos clandestinamente para organizarse, ésta vez de forma violenta.

El ataque

El grupo de “Los Centenarios”, así se les llamaba, se dirigió a Santiago de Cuba todavía sin saber cual era la acción que iban a llevar a cabo. Des de allí, Abel Santamaría se encargó de alquilar los espacios (viviendas, garajes...) donde alojarlos y guardar la munición hasta el momento del ataque;

Se trataba de asaltar el cuartel Moncada, una base militar que durante la guerra de la independencia había sido ya un base para hacer frente al colonialismo español, y que en ese momento estaba en manos del ejército de Baptista. Fidel tenía planeado un ataque para hacerse con las armas del interior y repartirlas al pueblo, pero una guardia de ronda exterior de dos hombres con la que no contaban les sorprendió, obligándolos a actuar prematuramente y por ello ser descubiertos.


Tiroteo fingido por Batista
Cuartel Moncada











La huída

Fidel, su hermano Raúl y otros hombres pudieron escapar, pero los sesenta y uno que quedaron al interior, entre ellos Abel Santamaría, fueron torturados y fusilados sin contemplación alguna. Baptista aprovechó el error de Fidel para manipular las pruebas y fingir que aquellos hombres habían entrado ametrallando y que murieron en combate pues no tenían otra opción que matarlos en defensa propia.

El grupo fugitivo de Fidel se marchó a esconderse a las montañas de Sierra Maestra, mientras era buscado por las tropas de Baptista bajo la orden de encontrar y matar. Por suerte suya, cuando lo encontraron, Fidel dio con un militar que decidió fotografiar su captura y llevarlo detenido a la espera de su juicio. Al haber estudiado derecho, Fidel pudo defenderse él mismo y a pesar de haber pedido que el juicio fuera público, Baptista se inventó que eso no era posible porque Fidel se encontraba en un delicado estado de salud.

Desde la cárcel, Fidel reunía los trocitos de papel que encontraba para escribir con jugo de limón toda la verdad con la intención de hacérselo llegar a sus camaradas y publicarlo.

El exilio

Mausoleo del Ché
(Santa Clara)
Cuando Fidel llevaba ya veinte meses en la cárcel, coincidió con el echo que las próximas elecciones estaban cerca y de que Batista quería mantener al pueblo contento. Esto fue el detonante para que Fidel recibiera amnistía y pudiera ser liberado.

Al salir de la cárcel, Fidel decide exiliarse a México y seguir la ruta que en su época realizó su gran ídolo y pensador José Martí. Durante su viaje conoce al comandante Ernesto Ché Guevara, quién con claras ideas revolucionarias que ya habían triunfado en otros lugares de Latinoamérica, decide unirse a la causa con Fidel para hacer la revolución Cubana.


Lema que acompañó al pueblo durante la Revolución

El plan de llegada

Desde México se coordinan con un camarada para que organice una acción en otro lado para el mismo día de su llegada a modo de distracción, pero la mala mar y el echo de que en el barco iban muchos más de los que deberían, hizo que la demora del viaje impidiera hacer coincidir la llegada con la acción encomendada.

La estrategia decisiva

Una vez en Cuba se dirigen hacia la Sierra Maestra para elaborar un plan que culmine de una vez con Baptista:

Tren descarrilado
(Santa Clara)
Se distribuyen por diferentes zonas del país repartiendo territorios entre El Ché, Fidel, Raúl, Camilo Cienfuegos y otros camaradas empezando por Oriente y donde la población civil se iba uniendo a la causa. Finalmente el 28 de Diciembre del 1958,  El Ché y sólo 18 hombres más, hacen descarrilar un tren lleno de armamento en la ciudad de Santa Clara, donde los 408 militares de Baptista no dudaron en rendirse.

El triunfo de la Revolución

Después de tal derrota, Baptista, vencido, se exilia a República Dominicana mientras que Fidel Castro toma el poder de Cuba como presidente, e instaura un régimen comunista respaldado por la Unión Soviética, quien les ofrece un importante apoyo económico que a su caída será reemplazado por Venezuela.



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