martes, 15 de agosto de 2017

CHICHÉN ITZÁ


Nos encontramos en una de las ciudades más poderosas de la civilización maya. Así, pues, al ser la primera que vemos, queremos aprovechar la oportunidad de recoger y compartir de la mejor manera la información de la que disponemos. Ésta nos permitirá contextualizar su historia y tradición para entender las sucesivas ciudades que veremos a lo largo de nuestro trayecto por México.

Con 350 edificios dentro de 25 km2 de muralla y 45000 habitantes, se atestigua prueba de ello. “A la orilla del pozo donde viven los brujos del agua”, ésto significa Chichén Itzá, destacada por un gran número de edificios de mucha importancia que han ayudado a recoger información muy valiosa a la hora de poder escribir sobre su cultura.

Templo de las mil columnas, lugar de referencia
de los guerreros
Se sabe que su historia data alrededor de 1000 aC hasta el 1541 dC, momento en el que los españoles encontraron un escenario muy delicado a nivel socioeconomico por las fuertes guerras que hubo entre ellos, y también a nivel de salud debido a las fuertes enfermedades y sequías que facilitaron la conquista del lugar. También el echo de que había mucha población y pocos recursos, motivo por el cuál la vida nómada obligó a abandonar el lugar.



Antes de que esto pasara los antiguos mayas ocuparon un gran territorio que hoy comprende los territorios del sureste de México, Belice, Guatemala, Honduras y parte del Salvador.

Dentro de los tres períodos en el que se divide la historia maya: pre clásico (1800 aC-250 dC), el clásico (250-900 dC), y post clásico (900 – 1524 dC), ésta cultura llegó a desarrollar grandes técnicas de pintura, matemáticas, escultura, arquitectura, astrología y astronomía.

En relación a ésta última, los científicos modernos han descubierto que los mayas construyeron grandes edificios que servían como observatorios o marcas de importantes solsticios o equinoccios. Desde allí estudiaban los cuerpos planetarios y estelares, los eclipses y los planetas. Así pues llegaron a nombrar constelaciones como Géminis (tortuga) o Pleyades (crótalo).


Observatorio "El Caracol"
Los mayas le daban mucha importancia al universo, considerando que éste estaba formado por 3 planos: el cielo, la tierra y el inframundo. En todos ellos había dioses a los que adorar y respetar, siendo Itzamná (representado por una serpiente emplumada) el dios supremos del cielo, símbolo de energía que fecundaba el cosmos y que daba vida a todo el universo.


"Chaak", Dios de la lluvia
 Para ellos era muy importante celebrar ritos para alimentar a sus dioses con ofrendas físicas o otras más intangibles como olores de flores e incenso, sabores de alimentos o el espíritu de los animales y de los seres humanos que vivía en su propia sangre. Por eso la esencia del ritual era la ofrenda de la propia sangre con el auto sacrificio humano.



Representación tallada a madera
por los artesanos actuales
Ejemplo de ello era el Juego de Pelota, un rito muy importante entre ellos. Las canchas eran consideradas como portales al inframundo, lugar de muerte pero también de resurrección. Era un espacio de ritual donde se realizaban juegos para mantener el ciclo de la vida con abundante lluvia y buenas cosechas. La práctica del juego representaba la continua regeneración de la vida a través de la muerte, en donde la pelota simbolizaba el movimiento de los astros. Al igual que las mazorcas de maíz son cortadas, el ganador era decapitado; el significado del ritual se asociaba así a la fertilidad de la tierra. El juego también se relacionaba con la guerra, pues los jugadores solían ser cautivos procedentes de ciudades enemigas. Un partido podía durar sólo cinco minutos o cuatro días, en función de lo que se tardara en marcar y ser decapitado, el objetivo que permitía dar fin al juego.


"Campo del Juego de Pelota"
En referencia la arquitectura, sus rasgos generales se basaban en edificios con bóbedas saledizas o arcos falsos; muros recubiertos de estuco o piedras pulidas pintados con colores vivos; edificios principales con basamentos piramidales que sostienen templos y palacios levantados sobre plataformas de piedras; templos adornados con cresterías o construcciones que delimitan plazas orientadas con los puntos cardinales.


Templo de Kukulkán

Incensario de Palenque
En relación a la escultura podemos decir que los mayas trabajaban principalmente la piedra caliza. Con ella representaban la naturaleza, personajes ilustrados, ideas, seres divinos y en definitiva, utilizaban la escultura como manera de representar toda su vida. Gracias a las esculturas encontradas se ha podido conocer cómo los mayas trataban de diferenciarse los unos de los otros en función de su estatus social. A diferencia de nuestra cultura occidental, la rareza fisiológica era bien vista y considerada como símbolo de poder. Por este motivo deformaban su cráneo en forma de óvalo, la nariz se chafaba y se forzaba el estrabismo para los ojos. En cuanto a los dientes, se limaban en forma de punta y se incrustaban piedras de Hade.





Finalmente, es interesante exponer su estructura social. Estaba dividida en dos estratos: nobleza y gente común. Desde el nacimiento, y de acuerdo con la familia de origen, se pertenecía a uno de estos estratos, aunque a diferencia de otras sociedades no tenía que ver con la economía, sino con el destino. La nobleza estaba formada por familias, organizadas en linajes, considerados sagrados. Solamente miembros de la nobleza podían ser artesanos especializados, jefes guerreros, escribas y dirigir ceremonias religiosas. La gente común también estaba organizada en linajes, aunque no tenía un origen divino y, además de trabajar para su subsistencia, debía pagar tributos al rey (ajaw). El tributo podía ser en especie (alimento, armas, herramientas o utensilios) o en trabajo, el cual permitió la construcción de los grandes edificios de la ciudad y también la organización de campañas militares dirigidas por los nobles. 


El palacio del rey
Tanto unos como otros, todos los ciudadanos estaban regidos por un destino en función del calendario Maya, el cual definiría su futuro. Quien no cumplía con su destino era un fracaso para la civilización y por ello pasaba a ser esclavo. Es por ello, por ejemplo, que los jugadores de pelota no eran elegidos al azar, sino que eran aquellos nacidos entre el 5 y el 10 de Agosto, los destinados al sacrificio. Si después de cuatro años no habían conseguido marcar un punto, y por tanto, conseguir el orgullo de ser sacrificados, significaba que no habían cumplido su destino y por tanto deberían convertirse en esclavos. En el caso de las mujeres los sacrificios se hacían mayormente en los cenotes, la entrada al inframundo.

En general, la cultura Maya muestra unos avances increíbles en cada uno de sus ámbitos respecto a la época en que se ubicaba. A pesar de que son muchos los interrogantes que se han podido descifrar mediante el esfuerzo de años de análisis sobre sus textos, dibujos y obras arquitectónicas, todavía quedan muchos por resolver a causa de la imposición del cristianismo, que dedicó todos sus esfuerzos en destruir lo que hoy podría darnos muchas respuestas. No obstante, con la información de la que se dispone hoy en día, ya se puede percibir cómo de importante ha sido ésta cultura para el desarrollo del ser humano, siendo la civilización Maya un referente para las sucesivas sociedades.






  

2 comentarios:

  1. Hola Ovidi!! Viatge espectacular! Si el vostre camí passa a prop de les ruines Mayes Yaxchilán, no dubteu en passar, son espectaculars, molt pures i salvatges! A Frontera Corozal podreu fer nit. ;)

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  2. Iiieeppaa Macia! Gracies per la recomanació! A priori no tenim intenció d'anar-hi. En breus hem d'anar a Guatemala i no ens queda gaire temps per recorrer. Mèxic és enorme i te tants de racons...no es pot veure tota! ;) Salut amic!

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