domingo, 20 de mayo de 2018

QUITO: en el centro del mundo


No podríamos haber tenido mejor recibida al llegar a la capital ecuatoriana:

"Los amigos de mis amigos, son mis amigos"

Bien cierto, Ishe ya nos estaba esperando en la terminal para acompañarnos hasta su casa, donde él y Maya iban a recibirnos durante unos días. Y a pesar de que íbamos advertidos de que encontraríamos a una gran persona, no esperábamos conectar de ese modo y estar realmente tan a gusto en su hogar. Poder hablar nuestra lengua, ver nuestra bandera en la pared y hasta comentar anécdotas de la gente del pueblo que habíamos compartido sin saberlo durante 15 años, nos hacía sentir más que como en casa.



Y rápido pasó la semana descubriendo Quito y sus alrededores. La primera capital de América del Sud y también la primera declarada Patrimonio de la Humanidad (junto a Cracovia), tiene grandes cosas que ofrecer.




Quito cuenta con gran cantidad de parques verdes bien ambientados donde pasear,  encontrarse con los amigos, descansar, comprar artesanías o comerse un dulce mientras se escucha la música clásica de los grandes artistas de calle.



Su casco antiguo representa la parte colonial y ofrece un buen paseo por sus calles peatonales que recorren las muchas construcciones eclesiásticas entre conventos, basílicas iglesias y catedrales.

Basílica del voto Nacional

Iglesia de San Francisco











Otra cosa que destaca de la ciudad es su riqueza cultural. En un mismo día tuvimos la suerte de asistir a tres exposiciones de arte bien distintas entre sí, dos en la casa de la cultura y otra en el  museo Nacional.

La primera era una crítica a pincel sobre como el hombre está auto-destruyéndose acabando con la propia naturaleza, la segunda era una exposición fotográfica de los increíbles paisajes de la alta montaña andinista. La última combinaba distintos elementos con el objetivo de reivindicar los derechos de los pueblos indígenas.



Y lo mejor de Quito es que es una gran ciudad pero rodeada de enormes montañas y volcanes. El Pululahua queda a poco mas de una hora de la ciudad. Es un volcán activo que en su última erupción dejó un enorme y hundido cráter, el cual a pesar de poder erosionar en cualquier momento, en él viven mas de 50 familias. Hablamos de la primera reserva geobiológica de Ecuador que presenta una gran agricultura debido a la riqueza de la tierra fértil por su elevada proporción de ceniza. 


Pero lo que verdaderamente destaca de la capital ecuatoriana es su posición geográfica en cuanto a la latitud de la Tierra. A menos de veinte kilómetros del centro de la capital se encuentra la ciudad "Mitad del Mundo" y el nombre que recibe ya no debe ser un misterio... Allí se encuentra el punto exacto por donde pasa la línea ecuatorial (de allí el nombre) y donde se puede encontrar el monumento que le hace referencia. 


A pesar de que la "verdadera" mitad del mundo está en una colina contigua al monumento, éste nos ofreció una bienvenida al país a través de los museos que nos acercaron a la etnografía indígena de Ecuador, conociendo desde las casas, los vestidos, la cocina, las tradiciones... De un país muy rico por su diversidad, donde se distinguen principalmente tres zonas: Occidente (Amazonía), Sierra (Andes) y Costa (donde también están las conocidas Islas Galápagos).

Hasta una semana pasamos en la ciudad para conocer el centro y sus alrededores, descansar, limpiar ropa y coser descosidos, pero en realidad los días pasaron rápido porque las noches se alargaban con la llegada de Ishe en la casa. Hacer pizzas caseras, trasnochar conversando sobre nuestra tierra y sobre el alpinismo, comiendo bombones, jugando a dardos, a pocker, ¡¡¡hasta bailamos disfrazados!!! Muchas risas en ese apartamento tan acogedor de Carcelén Bajo... ¡¡les pròximes a Catalunya!!



Gracias por tu hospitalidad y por presentarnos a tus papás, una pareja maravillosa que nos gustaría también ver de nuevo. 



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